Con la llegada del calor, mucha gente se pregunta si para regar las plantas en verano hacen falta una serie de cuidados específicos. Aquí tienes algunos consejos para que tu jardín tenga un aspecto estupendo, dando a tus plantas el agua que necesitan, en el momento adecuado y con las mejores técnicas.
¿Cuántas veces se debe regar las plantas en verano?
Las altas temperaturas hacen que todo se seque más rápido: la ropa, tu pelo y también las plantas. Esto no tiene que ser necesariamente un problema, siempre y cuando les proporciones los cuidados adecuados.
Ahora bien, estar pendiente de la vegetación que tienes en tu casa no significa que tengas que regar las plantas en verano a todas horas, de hecho, esto puede ser contraproducente. Ya sabes lo que dicen, la clave está en el equilibrio, así que con hacerlo dos o tres veces por semana, en el caso de las plantas de exterior, y una, en las de interior, será suficiente.
A la hora de regar las plantas en verano, no se trata tanto de una cuestión de cantidad como de calidad del riego, como veremos más adelante.
No obstante, un factor relevante a tener en cuenta es el tipo de planta que tengas.
Por ejemplo, el césped debe regarse de una a dos veces al día, mientras que las especies xerófilas (que necesitan poca agua) como los cactus, agaves o las del género Sedum, demandará un riego mucho menos frecuente.
Lo mejor siempre es que tengas en cuenta las necesidades de temperatura y cuidados de cada planta, antes de hacerte con una de ese tipo.
Tipos de riego para regar las plantas en verano
En cuanto a los modos de regar, existe el método tradicional mediante manguera u otros métodos automatizados como los aspersores o el riego subterráneo. Este último presenta importantes ventajas de ahorro de agua respecto al resto, al eliminar las pérdidas por evaporación o filtración. Consiste en la instalación de una tubería con goteros integrados y diseñados específicamente para funcionar enterrados bajo el césped.
Veamos más en profundidad las ventajas y puntos a mejorar de cada una de las técnicas para que puedas escoger la que mejor se adapte a tus necesidades (y a las de tus plantas, protagonistas de este post).
Riego enterrado
Los métodos ‘automatizados’ enterrados que trabajamos serían por aspersión o por goteo: ambos sistemas tienen la instalación de tuberías enterrada y conducen el agua a los aspersores, turbinas o goteros que distribuyen el agua por la superficie (o por aspersión o por goteo).
Son múltiples las ventajas de emplear este tipo de sistemas, comenzando porque no alteran tu jardín visualmente y suelen ser bastante duraderos.
Por ejemplo, con nuestro Kit basico riego enterrado con microaspersores claber, compuesto por 4 microaspersores 180º, 5 enlaces acodados, 3 enlaces, un microaspersor de 360° y más componentes, puedes crear tu propio sistema en tu jardín, cubriendo hasta 50 m² de superficie.
Si antes decíamos que el riego enterrado consiste en atacar directamente a las raíces, con el riego por goteo aplicamos el agua desde su superficie, haciendo que esta penetre poco a poco hasta llegar a ellas.
Estos sistemas de microrriego se componen de una serie de tuberías que se conectan a una tubería y nos permiten regar las plantas en verano. Además, pueden utilizarse con un programador para planificar los momentos de riego más adecuados para tus plantas.
Esta técnica funciona mediante el suministro de agua que se aplica en pequeñas cantidades a intervalos frecuentes, normalmente mediante emisores de goteo o sistemas de burbujeo. El riego por goteo se emplea a menudo para evitar el exceso de riego y reducir el estrés de las plantas.
Beneficios de este sistema
Los beneficios regar las plantas en verano con este método son la conservación, la reducción de los costes de mano de obra y la mejora de la salud de las plantas.
Se desperdicia menos agua debido a la evaporación y a la deriva del viento que con los aspersores. Un uso más eficiente del agua significa menos escorrentía del campo, lo que resulta en una mejor calidad del agua en los arroyos y ríos cercanos.
Asimismo, requiere solamente la mitad de esfuerzos para su instalación que los sistemas de aspersión, ya que no requiere múltiples boquillas o pulverizadores en toda la superficie.
También se necesita menos mantenimiento de las líneas de goteo que de los sistemas de aspersión porque no necesitan una limpieza o reparación frecuente.
Si te decantas por este sistema para regar tus plantas en verano, puedes utilizar nuestro Kit de riego goteo «aqua magic system» claber. Incluye 20 goteros autorregulables, 20 piquetes de soporte, 6 tapones finales para tubos, 6 enlaces de tres vías, bomba de programador solar, válvula de bloqueo de caudal, filtro de aspiración, soporte con tornillos y conectores para montaje en la pared y 20 m de tubo de suministro.
Con él podrás regar hasta 20 macetas.
Riego por aspersión
El riego por aspersión es una técnica de aplicación de agua utilizando aspersores para regar la tierra. Es especialmente útil en zonas con fuertes precipitaciones, ya que minimiza la escorrentía y la evaporación.
El agua se distribuye a través de los aspersores para que se rompa en pequeñas gotas de agua que caen al suelo.
Los aspersores se instalan en el suelo y el agua se distribuye a través de ellos. Pueden instalarse en hileras, círculos u otros patrones para cubrir un área deseada. El tamaño del patrón depende del tipo de cabezal de riego y de su espaciado entre sí.
Los aspersores pueden estar formados por diferentes tipos de cabezales:
- Rotativo: como el Pack 5 micro-aspersores regulables 360° claber
- Oscilante (móvil): como el Aspersor oscilante verve
No obstante, regar las plantas en verano con este sistema no es tan recomendable en zonas con viento, debido a que este puede hacer que el agua se disperse de forma irregular, lo que hace que sea menos eficaz que otros métodos de riego.
Si no resides en un lugar en el que haya demasiado aire, será una opción estupenda para ti.
Riego manual
La forma más habitual de regar las plantas en verano es utilizar una manguera con un par de conexiones para cuidar la vegetación, tanto en el jardín como la que se encuentra en macetas, así como el césped.
Para ello te recomendamos que eches un ojo a nuestra Manguera equipada 15 m Verve. Tiene 5 modos de riego y un diseño práctico y ligero.
Además, tenemos diversos accesorios como pistolas de riego regulables, lanzas y multipistolas de riego o racor para optimizar al máximo la tarea.
El mayor punto a favor de regar las plantas en verano con el riego manual es la sencillez de instalación y su bajo coste.
No obstante, suele ser usual que se rieguen unas zonas demasiado y otras demasiado poco. Además, no tiene la posibilidad y comodidad de automatizar el proceso que ofrecen los otros sistemas.
La mejor manera de evitar este problema es emplear un sistema automático como un sistema de goteo o de aspersión, como mencionábamos antes.
Regaderas
Una opción económica y que no esconde ningún misterio en su utilización. Es una alternativa perfecta para regar las plantas en verano cuando no tienes demasiadas macetas o estas se encuentran en el interior de tu casa.
¿Cómo hacer para regar las plantas en vacaciones?
Todo el año esperando este momento, han llegado tus vacaciones. Preparas tus maletas, sacas tus billetes para hacer una escapada, pero ¿quién se encarga de las plantas?
No te preocupes, hay soluciones automatizadas para ello. Nuestro Programador riego automático 1 vía claber sirve para planificar esta tarea, pudiendo escoger regar las plantas en verano, utilizando un sistema de riego, desde semanales hasta dos veces por día.
La presión de este producto es regulable, funciona con batería y puede ser conectado al detector de lluvia.
Este tipo de dispositivos son verdaderamente útiles para regar las plantas en verano, pero también en cualquier otra época del año, ya que permiten realizar un consumo controlado del agua, ahorrando y empleando la cantidad exacta para que no se estropeen por el exceso de hidratación.
¿Cuándo es mejor llevar a cabo el riego?
El hecho de que haya que regar las plantas en verano más veces, no significa que debas aplicar una cantidad de agua mayor. Cuando haces esto, corres el riesgo de encharcar el sustrato. Y ¿qué pasa con el exceso de agua en las plantas? Básicamente que impides la libre entrada de oxígeno.
La consecuencia de esto es que las raíces enferman, llegando incluso a morir, dando pie también a la aparición de bacterias y hongos que pueden acabar con tu vegetación. Además, dejando a un lado por un momento el cuidado de las plantas, el agua es un recurso escaso que debemos cuidar, así que sumando el factor de la sostenibilidad, reiteramos la recomendación de usar solo la necesaria.
En lugar de esto, es mucho mejor efectuar el riego por las mañanas. Para las personas, la comida más importante del día es el desayuno, así que podríamos decir que para las plantas también. Al amanecer, la temperatura es menor, por lo que permites que la hidratación llegue hasta las raíces sin que se evapore por el camino.
Asimismo, habrán absorbido correctamente el agua del riego anterior y no habrá un choque térmico tan grande entre la temperatura ambiente y la del agua. La tierra estará más fría después de pasar toda la noche tu planta agradecerá mucho un buen chute de hidratación.
En caso de que no puedas hacerlo a esta hora, no te preocupes, podrás hacerlo en la tarde-noche.
Regar, no, pulverizar las hojas, sí
Regar las plantas no es lo mismo que pulverizar. Si bien la práctica tiene en común que se aplica agua a las mismas, cuando pulverizamos buscamos imitar la lluvia natural.
Esto es especialmente útil cuando contamos con un ambiente seco o plantas que proceden de zonas con una mayor humedad que la presente en la que se encuentran, ya que contribuye a conservar nuestra vegetación sana.
Esta acción tiene múltiples beneficios: ayuda a retirar el polvo que se acumula sobre las hojas, hace que aquellas que se tornan marrones se recuperen con más facilidad, contrarresta el efecto nocivo de la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano, etc.
Para ello puedes hacerte con un pulverizador. Es una herramienta económica que te permitirá regular la cantidad de agua que aplicas. Asimismo, te recomendamos que esta esté tibia, ya que tanto si está demasiado fría como demasiado caliente, puede tener un efecto contraproducente.
Recuerda que esta es una actividad complementaria a regar las plantas en verano, nunca sustitutiva y debe llevarse a cabo al menos una vez a la semana. Si son dos, pues mejor que mejor.
Rescata tus plantas
Puede que hayas llegado a este post para aprender a regar las plantas en verano porque ya hayas tenido la mala experiencia de que estas hayan perdido todo su esplendor durante tus vacaciones. En ese caso, este punto puede interesarte, porque puedes estar a tiempo de rescatarlas.
Por ejemplo, cuando vas a regar las plantas en verano ¡, si no hay un orificio de drenaje en el fondo de la maceta, el agua se acumulará en lugar de drenarse y ya hemos visto que el exceso de humedad puede provocar la putrefacción de las raíces y otras enfermedades, como la aparición de hongos o moho en hojas y ramas.
Veamos cómo debes proceder.
Revisa la tierra
Comprueba el suelo. Cerciórate de que no haya daños por agua ni moho. Si hay imperfecciones visibles, saca la planta de su maceta y deja que se seque durante unos días. Si no encuentras signos aparentes de daños por agua, pero sigues teniendo dudas sobre lo que puede ocurrir, corta todo el follaje afectado a ras de suelo y deshazte de él.
Comprueba la maceta
El primer paso para determinar si tu planta necesita o no un trasplante es revisar la maceta. Si está agrietada, tendrás que sustituirla por una nueva.
Tras verificar si hay grietas, sacude bien la maceta de tu planta y busca si hay alguna filtración de agua. Una pequeña cantidad de humedad en la base de tu planta es normal, pero si ves charcos o chorros que salen, entonces querrás trasladarla a otro recipiente con mejor capacidad de drenaje.
Plantas que mejor resisten el calor
Puede que después de leer todos estos consejos sobre regar las plantas en verano, hayas decidido hacerte con unas nuevas para tu casa. Ya que tienes la oportunidad de escoger, hazte con unas que aguanten de mejor manera las altas temperaturas.
¿Te gustan las flores aromáticas? Entonces los jazmines son para ti. ¿Eres más de plantas trepadoras? Entonces hazte con hiedras.
Tienes muchísimas opciones: lavanda, petunias, hortensias, rosales, geranios, tulipanes, cactus o bambú, son solamente algunas alternativas.
De igual manera, el suelo también influye en el buen desarrollo de la vegetación.
Hay tres tipos principales de suelo: arena, arcilla y marga.
El suelo arcilloso es el más idóneo para las plantas, ya que permite un buen drenaje, pero también retiene la humedad en el suelo. La arena drena rápidamente, pero puede secarse fácilmente si no hay suficiente agua. Los suelos arcillosos tardan más en drenar porque retienen el agua más que otros tipos de suelo. La arcilla puede hacerse más adecuada para el cultivo de plantas añadiendo materia orgánica, como compost o mantillo.
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Además, si quieres leer más consejos para mantener tu hogar siempre perfecto, puedes estar atento a los artículos que vamos subiendo de manera periódica a nuestro Brico Blog.
Regar las plantas en verano es indispensable para mantener el jardín sano. Siguiendo los consejos anteriores, podrás asegurarte de tu vegetación se mantenga hidratada, sana y bonita durante estos calurosos meses.
En caso de que sigas necesitando ayuda para adquirir los materiales para regar tus plantas en verano, podrás tener una videollamada con nuestros especialistas y ellos te asesorarán para que tomes la mejor decisión.
Nos vemos en el siguiente Brico post.