Instalar una puerta corredera es una solución elegante y moderna para darle personalidad y un toque diferente a tu hogar. Pero no solo son una apuesta estética acertada, sino que también mejoran la funcionalidad del espacio en el que la colocas. Descubre este y otros beneficios y toma nota del paso a paso para instalarlas. ¡Es muy fácil!
6 motivos por los que amarás las puertas correderas
1. Ganarás en luminosidad
Si tienes una habitación con poca luz natural o es un factor que te interesa potenciar especialmente, las puertas correderas acristaladas o parcialmente acristaladas serán la opción perfecta para hacerlo. Estos modelos permitirán que pase la luz incluso cuando estén cerradas y crearán una ilusión de más espacio y amplitud en la estancia.
2. Diseño sobre ruedas
La multitud de diseños de puertas correderas a tu disposición permite que expreses tu estilo personal sea cual sea tu tipo de hogar. Cristal, aluminio, madera… hay un estilo y un material para cada gusto. También puedes jugar con dejar la guía vista y que se convierta en un elemento más de la decoración de tu pared.
3. Versatilidad en estado puro
Las puertas correderas permiten crear diferentes zonas en un mismo espacio, sin cerrarlas o aislarlas por completo. Esta es una gran ventaja si dispones de un espacio de dimensiones reducidas y necesitas separar la casa en zonas según usos o si, por ejemplo, trabajas desde casa y necesitas tener tu espacio de privacidad y concentración pero seguir conectado con el resto de vida de la casa.
4. Ahorro de espacio
Con puertas convencionales de hoja, debes tener en cuenta que, al abrirse, ocupan un espacio que debes dejar despejado en la habitación. En cambio, esto no pasa con el sistema de puertas correderas que dejan liberado todo el espacio circundante para que puedas aprovecharlo de la forma que prefieras.
5. Mecanismo rápido y silencioso
El mecanismo deslizante es suave y fácil de usar, una característica que permite un acceso rápido de una habitación a otra, sin ruidos, portazos ni interrupciones.
6. ¡Abracadabra! ¡Una puerta qué desaparece!
Según el tipo de puerta corredera que quieras colocar puedes apostar por una puerta corredera visible o por una puerta corredera encastrable. Esta última es un tipo de puerta que requiere una instalación mucho más compleja, no obstante, una vez instalada queda oculta en la pared y no ocupa espacio. En Brico Depôt podemos ayudarte a instalarla ya que disponemos de servicio de puertas a medida y instalación.
Material necesario para instalar una puerta corredera
- Puerta
- Cinta métrica
- Brocas para madera
- Brocas
- Sierra de arco
- Taladro/atornillador
- Nivel de burbuja
- Escuadra combinada
- Lápiz
- Sargentos
- Tacos
- Martillo
- Banco de trabajo
- Escalera
- Llaves Allen
- Tornillos
PASO A PASO: Instalar una puerta corredera
1. Mide la altura y la anchura del hueco en el que vas a instalar la puerta corredera para asegurarte de que vaya a cubrir la totalidad del espacio.
2. A continuación, fija los rodamientos en la parte superior de la puerta y asegúrate de que queden a la misma distancia del borde por ambos lados.
3. Pide ayuda para colocar la puerta corredera en el hueco y mantén la guía en su lugar deslizándola por los rodamientos.
4. Seguidamente, marca el centro de la guía en la pared con la ayuda de un lápiz. A continuación, con una cinta métrica, mide 5 mm extra hacia arriba respecto a ese punto para dejar un espacio debajo de la puerta. Marca esta segunda posición para el centro de los soportes de pared.
5. Retira la puerta corredera del hueco y traza una línea a lo largo de la parte superior del hueco con un nivel.
6. Mide y marca la guía calculando el doble del ancho de la puerta. Añade unos 100 mm para colocar los topes de puerta en ambos lados.
7. Corta la guía a medida con una sierra de arco.
8. Coloca los soportes de pared en la guía dejando el mismo espacio respecto a los bordes.
9. Mantén la guía en su lugar de manera que sobrepase el borde de la puerta 50mm. Comprueba que esté bien nivelada y marca los orificios para los soportes.
10. Retira la guía y taladra los orificios. Inserta los tacos adecuados para la pared en la que estás trabajando.
11. Atornilla los soportes de pared y fija la guía apretando la parte delantera de los soportes.
12. Inserta la puerta colocando los rodamientos en la guía. Instala el sistema de bloqueo en lo extremos de la guía para evitar que la puerta se salga.
13. ¡Ya casi estás! Coloca la guía del suelo delante de la pared, a un lado del hueco, y comprueba que la puerta se desliza correctamente. Comprueba que esté recta con un nivel y fija las guías al suelo.
14. Por último, cierra la puerta.
Si quieres dejar la puerta con la guía vista, tu instalación ya ha terminado. Si, por el contrario, quieres ocultar la vía, fija la cubierta encima de la guía.
¡Ya tienes instalada tu puerta corredera!
Este post fue propuesto por nuestro seguidor @maipermad. Esperamos que te sea útil.
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