El inicio del curso escolar es uno de los momentos más emocionantes del año, sobre todo para los más pequeños (y no tan pequeños) de la casa. Se encontrarán con nuevos amigos, nuevas experiencias y nuevos retos académicos. Son muchos los factores que influyen en el correcto desarrollo de sus capacidades y en su motivación a la hora de estudiar, y la decoración de su cuarto de estudio es uno de ellos. Te contamos cómo decorar una habitación de estudio e incentivar a los niños a estudiar con estos sencillos consejos deco. ¿Empezamos?
El diseño de la habitación de estudio
Para conseguir el nivel de concentración necesario para el estudio, es imprescindible que el ambiente de la habitación en la que se encuentre sea el óptimo, por lo tanto es muy importante planear correctamente el diseño y la decoración del cuarto de estudio de los niños, para ayudarles en su concentración y rendimiento. Aunque parezca algo sencillo, la disposición y elección de los elementos que componen el cuarto de estudio debe estar meditada para conseguir que sea, al mismo tiempo, cómoda y estéticamente agradable. Todo esto influirá en el nivel de motivación del estudiante a la hora de realizar sus tareas.
Poco mobiliario
Cuando nos planteamos cómo decorar una habitación de estudio, debemos tener siempre en mente no sobrecargarlo con decoración para no agobiarse visualmente y así reducir las distracciones. Disponer del mobiliario justo y dispuesto de una forma que facilite el acceso a los elementos necesarios para el estudio, como libros de consulta o archivadores con apuntes, es el primer paso para una sesión de estudio eficiente.
Separación de ambientes
No siempre se tiene la posibilidad de disponer de dos habitaciones con ambientes diferenciados para el ocio o el descanso por una parte y para el estudio por otra. Por eso, es imprescindible distribuir y decorar el cuarto de estudio de forma que se creen espacios diferenciados que no interfieran entre sí.
Dependiendo del espacio del que se disponga, hay distintas formas de conseguirlo. Bien sea a través de mobiliario, como una estantería, si las dimensiones de la estancia lo permiten o, si la habitación es pequeña, a través de una línea imaginaria y haciendo un esfuerzo por no mezclar elementos de una zona con otra. De esta manera conseguiremos un habitación con una zona de estudio y otra zona de ocio.
Evitar las distracciones
Como consecuencia, es necesario conseguir que la función de la zona de trabajo no se mezcle con otras. Es decir, que la zona del escritorio en la que se estudia o se tiene el ordenador, no se use para jugar, comer o revisar las redes sociales, ya que todas estas intrusiones favorecen la pérdida de concentración. Adjudicarle una función y no más, ayudará a que, al situarse en la zona de estudio, el cerebro lo relacione con un estado de concentración de forma automática.
Cómo decorar una habitación de estudio: 5 elementos clave
La mesa de estudio
El elemento principal de cualquier cuarto de estudio: el escritorio. Su adecuación es fundamental, no solo para la concentración, sino también para no perjudicar la salud de la espalda al estar muchas horas sentados frente a él. Se debe adaptar a las necesidades específicas de cada caso, de las dimensiones de la estancia y del tipo de estudio o trabajo que se vaya a realizar. Si tenemos necesidades de almacenaje, optar por un escritorio con cajones puede ser la mejor opción.
La silla de estudio
Al igual que la mesa, la elección de una buena silla de estudio ayudará a evitar problemas de espalda por pasar mucho tiempo sentados en ella, muchas veces no en la mejor postura. La silla debe contar con un respaldo ergonómico con refuerzo en la zona lumbar. Además, debe ser regulable para poder ajustarlo a la altura que permita un acceso cómodo y adecuado al escritorio y, en consecuencia, poder mantener una postura correcta. También debe ser lo suficientemente ancha y estable como para sentirse cómodo sobre ella y contar con ruedas giratorias para facilitar el movimiento.
LA POSTURA CORRECTA
Al sentarnos frente al escritorio, es importante mantener la espalda recta y totalmente apoyada sobre el respaldo de la silla. Las piernas deben estar colocadas en paralelo en un ángulo de 90º y se debe evitar cruzarlas. Las plantas de los pies deben estar totalmente apoyadas sobre el suelo. Si se está trabajando con un ordenador, se debe ajustar la silla hasta que la pantalla quede a la altura de los ojos y mantener siempre una distancia de entre 45 y 70 cm para no perjudicar la vista ni forzar el cuello.
La iluminación perfecta
Cuando hablamos sobre cómo decorar una habitación de estudio, es indispensable hablar sobre iluminación. Y es que para mantener un buen nivel de concentración durante el estudio, es imprescindible contar con una buena iluminación. Se cuente o no con una fuente de luz natural en la habitación, es necesario tener un sistema de iluminación adecuado para aquellas horas del día en las que no se cuenta con la luz suficiente.
Teniendo esto en cuenta, lo ideal es tener una lámpara central que aporte un buen nivel de luz general y otra lámpara en el escritorio que aporte una luz más directa. Esta luz directa debe enfocar la zona de estudio desde el lado opuesto al que escribimos, es decir, desde la izquierda si somos diestros, y desde la derecha si somos zurdos. Las bombillas elegidas deben aportar una luz nítida, no anaranjada, ya que incrementan la concentración y reducen la fatiga visual. En cuanto a la colocación de la mesa de estudio respecto a la luz, lo más recomendable es situarla frente a la ventana, para recibir una gran cantidad de luz natural y de forma que, si se trabaja con ordenador, la pantalla se encuentre de espaldas a la luz y se eviten reflejos.
Los mejores colores para concentrarse
Los colores son uno de los elementos fundamentales en la decoración de un cuarto de estudio para niños: éstos favorecen la concentración, ya sea en las paredes o en el mobiliario, sobretodo si son tonos claros y neutros. En cuanto a la elección de la pintura para paredes, son recomendables las tonalidades blancas, tierra o grises. También se puede optar por tonalidades azules o verdes pastel, que transmiten calma. En cuanto al mobiliario, el color amarillo o blanco son una de las mejores opciones para aportar toques de luminosidad. Además, transmite estabilidad, organización y fomenta la creatividad. En definitiva, una buena opción podría ser optar por usar tonos claros y neutros para pintar formas geométricas y líneas en las paredes, que ofrezcan calma y concentración, y aporten toques de colores más vivos en el mobiliario y la decoración para activar la mente y la creatividad.
El orden: imprescindible para estudiar
El desorden fomenta la distracción. Cuantos más elementos dispersos o fuera de lugar se tengan en la habitación, más difícil será concentrarse. Ordenar el espacio ayuda también a organizar la mente y, por tanto, favorecer una buena sesión de estudio. Es fundamental que la zona de estudio cuente con elementos de almacenaje que permitan que cada objeto tenga su lugar y ayuden a mantener el orden: cajas de ordenación, organizadores, cajones, estanterías, etc. Su uso, además de ayudar a mantener el orden, también aportará un buen toque de decoración a la estancia.
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