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Antes de empezar
Asegúrate de tener tu lugar de trabajo limpio, libre de polvo y sin corrientes de aire, ya que el polvo tiende a pegarse en la laca. ¡Nada de dejar las ventanas abiertas para que corra el fresco!
¿Qué vas a necesitar?
Uno de los utensilios más importantes para conseguir un buen acabado es la lija. Para un resultado más profesional, utiliza un papel del nº 400 y lija la superficie.
Materiales
- Mascarilla
- Guantes resistentes a los disolventes
- Brocha
- Trapo o esponja
- Paletina o pincel
- Paletina o pincel
Herramientas
- Barniz acrílico o pintura
- Papel de lija del nº 400
- Laca
PASO A PASO
1. Retira todos los elementos del mueble que no deban ser pintados
Si no es posible porque el mueble es antiguo y te preocupa dañarlo, enmascáralos muy bien con la cinta de pintor.
2. Prepara la superficie
Decapa el acabado original o, si no hace falta, líjalo. Si el barniz o la pintura del mueble está en buenas condiciones y solo quieres cambiar su aspecto, no hace falta que elimines ese acabado. Únicamente líjalo suavemente y limpia el polvo para facilitar la adherencia.
Si decides lijarlo y el mueble es grande, te aconsejamos que uses una lijadora mini, también llamadas triangulares o deltas, su forma en pico te ayudará a llegar a los rincones más difíciles, y acaba lijando a mano. No olvides utilizar mascarilla para evitar que el polvo te complique el proceso.
En caso de decaparlo, utiliza guantes resistentes a los disolventes, aplica el decapante, espera el tiempo indicado en el envase y retira con una espátula. Después, limpia con un trapo o una esponja mojados en agua, para neutralizar la acción del decapante, y deja secar.
No olvides dejar la superficie limpia y seca al acabar.
3. Aplicar sellador
Para evitar que la madera absorba más esmalte del necesario deberás aplicar una mano selladora.
4. Aplicar la laca
Antes de dar el toque final, deberás diluir el esmalte o laca con un 10% de disolvente sintético o aguarrás mineral y remover bien para que quede homogéneo. Para evitar el exceso de esmalte deberás aplicar el producto con un rodillo. En las zonas más difíciles, usa la paletina y, si fuera necesario, utiliza un pincel.
Deja secar el tiempo indicado por el fabricante y lija suavemente. Una vez retirado el polvo sobrante, deberás aplicar una segunda mano de esmalte. Para ello, deberás esperar al día siguiente y aplicarlo sin diluir.
También puedes aplicar un esmalte acrílico. Solamente deberás diluir la primera capa un 10% con agua y, una vez seca, la segunda capa pero esta vez sin diluir.
Para un acabado profesional, no te olvides de utilizar barniz. Para ello, deberás aplicar 2 capas sin diluir, ya que este producto viene preparado para su uso. Lo único que deberás hacer es dejar el tiempo de secado indicado por el fabricante entre capa y capa.
Y, si lo que quieres conseguir es un efecto extra-resistente y un aspecto profundo y satinado, vuelve a lijar 24 horas después y aplica una última capa de esmalte. ¡Y estará listo!