Cómo aislar térmicamente y acústicamente tu casa

Con las facturas de la luz que no dejan de subir, aprender cómo aislar tu casa te ayudará a reducir estos gastos de forma considerable. Además, vivir en una casa correctamente aislada te permitirá vivir de forma más cómoda.

Hay muchas formas de conseguirlo, dependiendo del tipo de vivienda que tengas y el tipo de aislamiento que quieras conseguir. Por eso, en este post te explicamos los mejores tips sobre cómo aislar tu casa para que puedas ahorrar en tus facturas y tener todas las comodidades.

Aunque cuando se habla de aislamiento, lo primero que se nos suele venir a la cabeza es el aislamiento térmico, lo cierto es que el aislamiento acústico también es importante. Por eso, a lo largo de este artículo te daremos consejos prácticos para ambos casos.

La importancia del aislamiento de las viviendas

Más allá de los motivos económicos y el ahorro que genera una casa correctamente aislada, lo cierto es que estos aspectos también son importantes para estar más cómodos en su interior, lo que provoca un mayor bienestar y una mejor calidad de vida.

Además, saber cómo aislar una casa y hacerlo correctamente permite aumentar el valor del inmueble, lo que te puede beneficiar de forma evidente si deseas ponerlo a la venta en algún momento.

Por todos estos motivos, saber cómo aislar tu casa te beneficiará, sobre todo si el inmueble es antiguo. De hecho, en España más de la mitad de las viviendas es anterior a 1980, por lo que este tipo de labores es más que recomendable.

Cómo aislar tu casa térmicamente en 4 pasos

Con la llegada de las bajas temperaturas, llegan las preocupaciones por el aislamiento térmico de los hogares y, por tanto, por el precio de las facturas y el confort durante el invierno.

Una casa mal aislada térmicamente conduce a un mayor consumo energético y, por tanto, a un gasto mayor en este sentido. De hecho, se estima que a cada grado que modificamos la temperatura en nuestro hogar, la factura se incrementa un 7%.

Además, el problema del aislamiento de los hogares no solo es relevante en invierno. Lo cierto es que, durante el verano, este factor también juega un papel importante para el confort y el bienestar dentro de la vivienda. Saber cómo aislar tu casa térmicamente te proporcionará un hogar más cálido en invierno y más fresco en verano.

El aislamiento térmico suele conseguirse a través de materiales que ejercen resistencia a los cambios de temperatura, protegiendo la vivienda tanto del calor como del frío gracias a sus propiedades internas.

En este sentido, podemos encontrar tanto materiales aislantes naturales como pueden ser la madera y el corcho, como materiales aislantes artificiales como la lana de roca o incluso el poliestireno, creados específicamente para ello.

Ahora que conoces qué es y la importancia de hacerlo, lo siguiente que debes detectar para saber cómo aislar tu casa son los focos por los cuales se están produciendo las fugas energéticas que te impiden mantener una temperatura adecuada dentro de tu hogar.

Por lo general, dichos focos son: el techo, suelo, ventanas, puertas y paredes. Vamos a explicarte, a continuación, cómo aislar tu casa trabajando cada uno de estos elementos.

1. Aisla el techo de tu casa

El techo suele ser uno de los focos principales de fuga de la temperatura de un hogar. De hecho, alrededor del 30% de la energía suele escapar por esta parte de la vivienda, por lo que su aislamiento es fundamental. Se estima que, aislar bien el techo de una casa puede suponer un ahorro de alrededor del 35% del gasto energético.

Por lo general, para aislar térmicamente el techo de tu casa, es utilizan capas rígidas combinadas con capas blandas como pueden ser el corcho o el poliestireno expandido, que se fijan a la propia cubierta.

Uno de los materiales más utilizados para aislar los techos es la lana mineral (resistente también al fuego y a los ruidos externos). Otro punto a favor de este material es que se trata de una alternativa sostenible, ya que es reciclable al 99%.

Otro material empleado con frecuencia para aislar el techo de las viviendas es el poliestireno extruido que suele comercializarse en forma de planchas y sirve para conservar el calor en el interior de las viviendas durante el invierno y, además, protege del calor durante el verano.

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2. Aísla el suelo de tu hogar

A la hora de ponerse a pensar cómo aislar un casa, muchas personas se olvidan de un elemento clave: el suelo. A través del suelo de las casas, se pierde también una gran cantidad de energía que conviene controlar, sobre todo si contamos con cobertura de materiales cerámicos o de piedra en nuestro pavimento.

Entonces, ¿cómo aislar el suelo de tu casa de manera eficaz? Las tarimas de madera pueden ser la solución: además de ser un excelente material aislante, hacen las casas más cómodas y acogedoras.

Si, por el contrario, no quieres renunciar a los acabados en cerámica de tu suelo, te recomendamos instalar una calefacción con suelo radiante con la que conseguirás repartir el calor de forma eficiente por toda tu casa, facilitando, de esta manera, el ahorro energético.

3. Aislamiento térmico de paredes

Al igual que ocurre con el techo, a través de las paredes se pierde alrededor del 30% de la energía, por lo que conviene saber cómo aislar en tu casa cada una de ellas para que puedas comenzar a ahorrar en tu factura.

Es importante que tengas en cuenta que, para conseguir aislar tus paredes, podrás hacerlo tanto desde el interior como desde el exterior. Aunque lo más eficaz es hacerlo desde el exterior, se trata de una solución algo más costosa y complicada desde el punto de vista administrativo.

Sin embargo, el aislamiento térmico de las paredes desde el interior es más sencillo y algo más barato, aunque también conlleva algunos problemas como, por ejemplo, la pérdida de algunos metros útiles en la vivienda al tener que colocar los materiales aislantes (unos 3-10 centímetros por pared).

Los métodos más comunes de aislamiento de paredes desde el interior son:

• Inyección en cámara: este tipo de aislamiento se da cuando la pared se compone de dos muros de ladrillo separados por una cámara de aire que, gracias a la inyección de un material aislante en la misma, se mejoran de forma considerable sus propiedades aislantes.
• Trasdosado interior: este método consiste en colocar placas de materiales especiales en las partes que dan al exterior y que pueden o adherirse de forma directa a la pared o a través de una estructura metálica que posibilite su sujeción.

Además, destaca el sistema de aislamiento térmico de paredes SATE (Sistema de Aislamiento Térmico de Exterior) a través del cual se aplica un revestimiento aislante en la zona exterior de la fachada que se protege con un mortero, gracias al cual se mejoran las propiedades aislantes de la vivienda.

Con el sistema SATE, tras la colocación del mortero, se aplica un acabado final para que el resultado se ajuste lo máximo posible al diseño y estilo del inmueble, por lo que se trata de una solución no solo eficaz sino, también, estética.

4. Aísla tus puertas y ventanas

En este post con tips sobre cómo aislar tu casa no nos podíamos olvidar del aislamiento térmico de puertas y ventanas a través de las cuales se escapa alrededor del 25% de la energía.

Una de las maneras más sencillas para aislar las puertas y ventanas de tu hogar es colocar burletes con los que podrás sellar térmicamente las distintas habitaciones de tu casa, manteniendo la temperatura de su interior. La silicona también puede servir como solución para evitar la fuga energética a través de los marcos de puertas y ventanas.

Otra idea son las ventanas con doble acristalamiento que, además de reducir el ruido que entrará del exterior, sirven para evitar fugas energéticas y de temperatura o, incluso, para reducir la entrada de humedad dentro de tu hogar.

Consejos generales para aislar térmicamente tu casa y ahorrar

Ahora que ya hemos hecho un breve repaso por los métodos más comunes y eficaces para que sepas cómo aislar tu casa, vamos a darte algunos consejos que podrían resultarte de ayuda para mantener la temperatura dentro de tu hogar y evitar fugas energéticas.

• La puerta de la cocina, mejor cerrada. En esta estancia, los materiales empleados suelen ser distintos a los del resto de la casa ya que las temperaturas en este tipo de estancias suelen ser diferentes y se regulan a su manera. También cuentan con ventilación con el exterior, por lo que suelen ser un foco de fuga de energía. Por estos motivos, siempre que puedas, te recomendamos mantener su puerta cerrada.
• Alfombras y plantas, tus grandes aliados. Además del poder estético y decorativo de este tipo de elementos, las plantas y alfombras ayudan a mantener la temperatura de las estancias en las que se encuentren: las alfombras aíslan el suelo y las plantas refrescan el ambiente. 
• Ayúdate de las persianas y cortinas. Estos elementos te ayudarán a evitar que entre demasiado calor durante el verano y, en invierno, te permitirán mantener la temperatura generada en el interior.
• Cuida y realiza labores de mantenimiento de tus sistemas de calefacción y aire. Un sistema de calefacción o aire acondicionado en mal estado no cumplirá correctamente con su función, por lo que te generará problemas para conseguir la temperatura deseada en la estancia y, por tanto, se incrementarán tus facturas.
• Mantén la temperatura media de tu hogar en 21 grados. De esta manera, podrás disfrutar en todo momento de una temperatura agradable sin incurrir en gastos demasiado elevados en tus facturas energéticas.
• Deja los radiadores libres. Si colocas muebles u otros elementos frente a los radiadores, crearás una barrera que impedirá que la temperatura se expanda de forma correcta por toda la estancia.

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Los mejores materiales aislantes térmicos y acústicos

Si ya estás decidido a mejorar el aislamiento térmico y acústico de tu hogar, te dejamos, a continuación, un listado de los materiales aislantes más eficaces y sus propiedades para que puedas elegir aquellos que más te convengan:

• Lana de roca o lana mineral: como te adelantábamos, la lana de roca es uno de los materiales aislantes más eficaces y utilizados en la actualidad. Sin embargo, no se recomienda su uso en zonas cuyo clima sea demasiado cálido. Tiene propiedades aislantes tanto a nivel térmico como acústico.
• Espuma de poliuretano: aunque sus propiedades como aislamiento acústico y térmico son excelentes, es importante mantenerlo alejado de la exposición directa del sol, ya que podría perder sus características y volverse muy frágil.
• Celulosa: este material aislante, además de ser muy efectivo, es una opción muy económica y ecológica, proveniente del papel y el cartón reciclados. Por estos motivos, la celulosa es uno de los materiales más utilizados como aislante térmico.
• Corcho: aunque en los últimos años ha ido perdiendo terreno como aislante térmico frente a la espuma de poliuretano, lo cierto es que se trata también de un excelente aislante acústico.
• Poliestireno expandido (EPS): este material suele colocarse en las paredes y presenta muy buenas propiedades resistentes al agua. Sin embargo, no es un aislante acústico.
• Poliestireno extruido (XPS): parecido al anterior, pero menos absorbente. Se trata de un material derivado del petróleo que se suele comercializar en forma de paneles y tampoco cuenta con propiedades aislantes acústicas.
• Fibra de madera: se suministra en forma de paneles tanto rígidos como flexibles. Una de sus grandes ventajas es que, además de ser un excelente aislante térmico, es un material sostenible.
• Vidrio celular: sin duda, unos de los materiales aislantes más completo y eficaz. Es, además, impermeable, antiséptico e incombustible. Aunque su precio suele ser algo superior al del resto de materiales mencionados, lo cierto es que ofrece excelentes resultados.
• Lana de algodón: este material también es un excelente aislante tanto térmico como acústico, muy presente en diversas instalaciones.
• Aislantes reflexivos: se trata de materiales muy innovadores que ofrecen excelentes resultados como aislantes térmicos, ya que no pierden eficacia con el paso del tiempo.

Cómo aislar tu casa acústicamente

Como comentábamos al principio, las tareas de aislamiento de una casa no son exclusivamente desde el punto de vista térmico. Saber cómo aislar una casa acústicamente también es importante y puede ayudar a generar un mayor bienestar en la vivienda.

Si vives en una gran ciudad o en una zona con demasiado movimiento, aislar acústicamente tu vivienda te interesa para poder descansar adecuadamente. También es importante para no traspasar el ruido del interior del inmueble al exterior en el caso de, por ejemplo, estudios de música o ensayo.

Entonces, ¿cómo aislar tu casa de los ruidos? ¡Muy sencillo! Lo primero que debes hacer, al igual que con el aislamiento térmico, es detectar qué zonas representan fugas de sonido. Una vez más, lo más habitual son las paredes, ventanas, puertas, techo y suelos.

Como sucede con el aislamiento térmico, la clave está en seleccionar los materiales adecuados para aislar de los ruidos tu vivienda. Muchos de los materiales anteriormente mencionados presentan también excelentes propiedades para reducir el ruido como, por ejemplo, el corcho.

Si no quieres hacer grandes reformas u obras en tu hogar, te recomendamos colocar buenas alfombras en el suelo para evitar que el ruido lo traspase y ventanas con cristales gruesos y con propiedades aislantes.

Para los techos, el uso de materiales como, por ejemplo, el corcho, puede tener excelentes resultados. La clave está en utilizar materiales que sean capaces de amortiguar el sonido sin disiparlo.

Gracias a todas estas soluciones o ideas sobre cómo aislar tu casa acústicamente, podrás olvidarte de escuchar las conversaciones de tus vecinos como si estuvieran en tu propia casa, o de molestar a tus vecinos mientras tocas algún instrumento. ¡El ruido del tráfico y los aviones tampoco serán ya un problema!

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Esperamos que este artículo sobre cómo aislar tu casa tanto desde el punto de vista térmico como acústico, te haya resultado útil.

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